Inteligencia Artificial y Movilidad Segura: Un Camino Hacia el Futuro Responsable

Este mes de mayo, mientras reflexionamos sobre seguridad vial en el marco del Mayo Amarillo, el Foro Internacional de Transporte (ITF) nos presenta un desafío igualmente urgente: cómo integrar la Inteligencia Artificial (IA) en el sector transporte de manera ética, segura y beneficiosa para todos. Las recomendaciones publicadas en el documento “Policy Recommendation Concerning the Use of Artificial Intelligence By Transport Authorities” no solo marcan un hito en la gobernanza tecnológica, sino que también nos invitan a repensar cómo la innovación puede ser una aliada para construir calles más seguras e inclusivas.

La IA llegó para transformar la movilidad. Desde sistemas que optimizan el flujo vehicular hasta algoritmos que predicen riesgos viales, su potencial es inmenso. Sin embargo, como señala el ITF, su implementación debe ir acompañada de transparencia, responsabilidad y un enfoque centrado en las personas. ¿Cómo lograrlo? El documento propone cuatro acciones clave: supervisión estratégica, inventario de tecnologías, evaluación de riesgos y desarrollo de habilidades. Estas no son solo guías para autoridades, sino un llamado a que todos —empresas, ONGs y ciudadanos— participemos en este diálogo.

En Educleta, celebramos estas recomendaciones porque coinciden con nuestra visión: la tecnología debe servir para proteger vidas, no para ponerlas en riesgo. Imaginen un sistema de IA que identifique puntos críticos de siniestros y sugiera intervenciones urbanas, o algoritmos que ayuden a capacitar conductores con simulaciones personalizadas. Estas herramientas, bien implementadas, podrían salvar miles de vidas. Pero para ello, como advierte el ITF, debemos evitar sesgos en los datos, garantizar la privacidad y asegurar que los humanos siempre tengan el control.

Uno de los aspectos más inspiradores del informe es su énfasis en la colaboración multidisciplinaria. La seguridad vial ya no es solo tema de ingenieros o autoridades; requiere de expertos en ética digital, científicos de datos y comunidades locales trabajando juntos. Por eso, en Educleta nos sumamos a este llamado: estamos capacitando a nuestro equipo en alfabetización digital y explorando alianzas con startups tecnológicas que compartan nuestros valores.

Pero la IA no es una varita mágica. El documento del ITF nos recuerda que su éxito depende de cómo la gobernamos. Por ejemplo, ¿sabían que algunos sistemas de semáforos inteligentes pueden perpetuar desigualdades si no consideran las necesidades de barrios vulnerables? Por eso, la recomendación de realizar evaluaciones de riesgo continuas es crucial. Cada innovación debe pasar por el filtro de preguntas como: ¿Protege a los más vulnerables? ¿Es comprensible para los usuarios? ¿Podemos desconectarla si falla?

Este mayo, mientras pintamos de amarillo nuestras calles para concienciar sobre seguridad vial, añadamos también un tono de esperanza digital. Las herramientas están ahí; ahora debemos usarlas con sabiduría. Desde Educleta, los invitamos a: informarse sobre cómo la IA impacta su movilidad diaria, exigir transparencia en su implementación, y participar en los debates locales sobre tecnología y transporte.

El futuro de la movilidad no se escribe en códigos binarios, sino en las decisiones humanas que tomemos hoy. Como dice el ITF, cuando la IA se diseña con ética y colaboración, no solo mejora el tráfico: mejora vidas. Sigamos avanzando, con innovación en una mano y responsabilidad en la otra.