Este mes de mayo nos encuentra una vez más unidos bajo el poderoso mensaje del Mayo Amarillo y la Semana Mundial de la Seguridad Vial, dos iniciativas globales que nos invitan a reflexionar sobre cómo nos movemos y el impacto que nuestras decisiones tienen en las calles que compartimos. Como Educleta, creemos firmemente que la seguridad vial no es solo un conjunto de normas, sino una construcción colectiva donde cada uno de nosotros tiene un rol fundamental.
El Mayo Amarillo, con su distintivo color que simboliza atención y precaución, nos recuerda que lossiniestros de tránsito no son inevitables. Por el contrario, son el resultado de acciones y omisiones que podemos cambiar. Este movimiento, originado en Brasil y adoptado por más de 27 países, busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de reducir las muertes y lesiones en las vías. En Educleta, nos sumamos a este llamado con actividades que van desde talleres en colegios hasta capacitaciones en empresas, porque estamos convencidos de que la educación es la herramienta más poderosa para transformar realidades.
Por su parte, la Semana Mundial de la Seguridad Vial, promovida por las Naciones Unidas, enfatiza la necesidad de diseñar calles más seguras para todos, especialmente para los usuarios más vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas. Este año, el lema “Liderazgo para la seguridad vial” nos desafía a tomar acciones concretas desde nuestros espacios de influencia. Ya sea como conductores, peatones, educadores o tomadores de decisiones, todos podemos ser líderes en este cambio.
En este contexto, desde Educleta hemos impulsado diversas iniciativas. Junto a Natura, trabajamos en una campaña que visibiliza el papel crucial de cada modo de transporte en la construcción de un tránsito más seguro. Con Serviland, llevamos adelante un taller de conducción defensiva que dejó huella en sus colaboradores. Y en colegios como el Antártica Chilena de Vitacura, sembramos conciencia en los más pequeños, porque sabemos que ellos son los embajadores del futuro que queremos.
Pero más allá de las actividades, lo que realmente nos mueve es la convicción de que otra movilidad es posible. Una donde prevalezca el respeto, la empatía y la responsabilidad compartida. Donde las calles no sean espacios de competencia, sino de convivencia. Donde cada viaje, ya sea en auto, bicicleta o a pie, sea seguro y placentero.
Este mayo, los invitamos a sumarse a esta ola de cambio. A reflexionar sobre cómo nos desplazamos, a corregir malas prácticas y a ser ejemplo para quienes nos rodean. Porque la seguridad vial no es solo un tema de expertos o autoridades; es un compromiso que nos involucra a todos. En Educleta seguiremos trabajando incansablemente por este objetivo, pero el verdadero impacto lo lograremos juntos, como comunidad.
El camino hacia una movilidad segura y sostenible es largo, pero cada paso cuenta. Este mayo, pintemos de amarillo nuestras acciones y demostremos que, cuando se trata de salvar vidas, no hay esfuerzo pequeño. Porque al final, se trata de algo muy simple: llegar a casa.